Museo Arqueológico

Paleolítico: De esta época, vimos un montón de herramientas de piedra, como los bifaces. Un bifaz en una herramienta lítica del paleolítico inferior. Bifaces tienen dos caras y una punta. Fueron de las primeras herramientas prehistóricas reconocidas. Las primeras fueron los choppers y chopping tolos. Pudieron ser utilizados para cualquier cosa—golpear, romper, atacar, o despedazar la carne—pero pesaban mucho y no eran muy eficientes ni variadas en su utilidad. En el museo, se puede ver como las herramientas y bifaces se van haciendo más pequeños, especializadas y eficientes: puntas, buriles, raederas, etc.

Neolítico: Cuando empezamos a ver los restos del neolítico, es obvio que había una revolución importante entre los años de paleolítico y los años de neolítico. Había cerámica a la almagra y decoraciones hechas por impresiones y con incisiones. Vimos cerámica cardial que es cuando la decoración está hecha con una concha marina en el borde, cuando todavía la cerámica está blanda. El nacimiento de la cerámica permitió al hombre transportar, fundamentalmente, los líquidos por primera vez, lo que daba aun más independencia al ser humano. Al principio del neolítico, la cerámica y la decoración fueron más sencillas, hechos a mano y casi solo para esta función, guardar comida, y no por belleza. Con la cerámica cardial, hay una parte de la cerámica que sirve para la función sino el disfrute de la belleza. Este cambio ocurrió en los últimos años del paleolítico superior, con el descubrimiento del arte y significa que el hombre tenía tiempo libre para crear objetos. El Neolítico se destacó por la producción agrícola, ganadería, y la creación de núcleos urbanos para vivir.

Cerámica Cardial

Edad de Bronce: Ahora hay herramientas, como puntas de flechas, hachas y puñales de metal y cuchillos de sílex. Pero, las herramientas no me molaban tanto como los restos funerarios que vimos, como el enterramiento individual en Cista que vimos con un esqueleto entero dentro. En el museo, también vimos la maqueta del Dolmen de la Pastora, pero yo tuve la suerte de ver el dolmen de verdad. En la maqueta se pude ver claramente la galería, la entrada, y el círculo donde metieron los cuerpos. Cuando lo ves en persona, la magnitud del dolmen es impactante. Fíjate en el tiempo, los recursos naturales (la piedra), y los recursos humanos que se usaron y cuanto se tardó en construirlo.

Tartessos: Me interesó mucho la cultura tartésica porque se desarrolló en esta zona de Sevilla, Huelva y Cádiz. Vimos lucernas, ídolos antropomorfos y joyas de oro de buenísima calidad como una espiral de oro. Muchos de los restos se encontraron en el Carambolo y Montemolín y tienen una influencia oriental que demuestra la importancia del comercio y la colonización. Mi resto favorito que vimos, fue el tesoro de El Carambolo. El tesoro tenía 21 piezas de una riqueza y composición decorativa impresionante. El tesoro contiene pectorales, pulseras, y un collar, y todas las piezas son de oro de 24 quilates. La técnica es muy avanzada y el tesoro demuestra la riqueza de la cultura. Todavía no sabemos para que servía el tesoro, pero una hipótesis es que se trata de adornos para una ceremonia religiosa, a lo mejor para un sacrificio a Astarté. ¡Imagina si hubieras encontrado ese tesoro escondido dentro de la tierra!

El tesoro de Carambolo

Ibérico: En las salas de arte ibérico vimos a un monton de exvotos. Los exvotos son pequeñas estatuillas o figurillas generalmente de bronce, aunque también pueden ser de piedra. Los iberos utilizaron los exvotos como ofrendas a los dioses para pedir que el dios sane la zona corporal representada o para dar gracias a los dioses que hayan sanado. Los exvotos que vimos representaban brazos, piernas, mujeres embarazadas, el cuerpo humano en su integridad o un animal. Hoy en día, cuando los arqueólogos encuentran un templo ibérico, casi siempre hay un montón de exvotos.

Roma: La colección de estatuas Romanas en el museo me sorprendió mucho. Además, las estatuas (como la de Venus, Mercurio, y Adriano) son bien conservadas. Mi estatua favorita fue la de Diana, la diosa de la caza. En la mitología Romana, Diana era la diosa virgen de la caza y protectora de la naturaleza, muy apropiado para un estudiante de ciencias ambientales. Diana era una virgen, y cuando un día, el cazador Acteón la vio desnuda sin querer, Diana le convirtió en ciervo. Los perros de Acteón, como perros de caza, mataron a Acteón, el ciervo. Por eso, la estatua de Diana muestra su ropa de la caza (sandalias y una falda corta) con un ciervo muerto a su lado. La estatua que está en el museo fue encontrada en Itálica y está realizado en mármol de muy buena calidad.

La estatua de Diana

La estatua de Venus

La estatua de Mercurio